La instancia de las mesas fue cautivadora, intrigante e interactiva y por sobre todo de gran variedad sensorial. La posibilidad de interactuar e intervenir en las mesas dispuestas generó una variada gama de sensaciones en vínculo con diferentes sentidos. Recuerdo unas pelotitas de colores puestas en una mesa al lado de piedras y arena. Esa mesa jugaba con el tacto y la percepción de las texturas a través de la mano. Otra mesa disponía por lo bajo dos secciones experimentales de interacción con objetos que generaban música y la posibilidad, encubierta, de entrar en diálogo con sonidos que luego uno descubría que era un otro no visto que se encontraba del otro lado. Gracias por la posibilidad de dialogar con un desconocido a través del sonido. Así como también los chicos de Brian Eno regalaron un sector de relajación con vista al río debajo de una mesa, en un aula de la fadu! Sencillamente genial! (en lo personal me vino bien para sacarme los zapatos de trabajo y des
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