Reflexión (desde varios lugares)

Animación: palabra que puede ser desglosada. Si vamos a su etimología, sabemos que viene del latín “Animatio” y significa: aumento de la actividad o energía. Sus elementos léxicos son: anima (respiración, principio vital y vida) que en latín significa Alma y en la psicología de Carl Gustav Jung hace referencia a las imágenes del eterno femenino inconsciente en el hombre. Presente en los sueños y fantasías. “Anima” en latín es verbo activo de carácter transitivo y el sufijo “ción” indica acto, estado y efecto "de". Podríamos pensar a la animación como una instancia que propone una transición, un cambio de estado, un movimiento de carácter ilusorio que se traslada en el espacio y propone una temporalidad. Aparecen palabras claves: Alma, energía, fantasía, sueños, inconsciente, espacio, movimiento y temporalidad. Podemos retomar el concepto de “Mimesis” a través del posteo de Jazmín Allende “Behind the curtain”. El caballo diseñado y manejado por seres humanos que logran convertirse en algo equivalente al animal. Pienso la relación cotidiana de esos hombres con el animal, son hombres-caballo ¿Hasta dónde llega nuestra capacidad como seres humanos? El video es absolutamente fantástico y sorprendente, se ve la imitación de la naturaleza misma (Aristóteles). A su vez Platón señala que la mímesis es la apariencia sensorial de las imágenes exteriores a las cosas. ¿Pura mimesis de la realidad? ¿Dentro de la imitación sucede toda forma de expresión? Hay una forma esencial que no la vemos. Hay que indagar y jugar con ella. IMITACIÓN, ILUSIÓN Y FORMA. ¿Se relacionan? ¿Cómo? ¿La cámara y la luz contienen a la tres? ¿El diseño de imagen y sonido también? ¿Lo que expresamos es una extensión de nuestra alma? Preguntas que llevan a seguir mirando e indagando conjuntamente con la colegiada de Juan Emilio. Videos cerebrales que generan una inmersión en la pantalla, hipnotizan y la posibilidad de empezar a observar lo audiovisual desde un lugar filosófico. La posible metáfora dentro de una composición y el sentido o el no sentido de la imagen. Y pienso en la pantalla, me pregunto: ¿La pantalla tiene límites? Parecería ser que hay ciertos formatos establecidos o al menos los expresarlos a través del lenguaje cuando decimos 16:9 o 4:3 por ejemplo. Aparece la palabra como convención. El lenguaje que rige, crea y da forma. Somos presos y libres dentro de él. Por ejemplo; pienso en la pantalla televisiva y lo que permite su proyección. ¿Son las convenciones técnicas y la determinada transmisión de frecuencias tanto en colores como en sonido lo que le permitió vincularse con nuestro cerebro? ¿Estas frecuencias son ingenuas? ¿Es un objeto material o más bien virtual? Cualquier superficie puede ser plataforma de proyección hasta nuestro propio cuerpo. Nuestro cerebro es plataforma de proyección cuando nuestros ojos recortan y capturan la luz a través de la persistencia retiniana: fenómeno óptico por el cual la retina conserva durante cierto tiempo la impresión de las imágenes. ¿Los ojos solo son órganos receptores o también proyectan? Podríamos pensar que los primeros en generar ilusión son nuestros ojos debido a la persistencia retiniana. La retina conserva imágenes ¿Puede que lo que veamos ya sucedió y estamos en desfasaje con el presente al menos por un instante? ¿Sera todo un eterno recuerdo? ¿Qué es el tiempo? ¿Diálogo-tensión posible entre opuestos (fijo-movible)? ¿Un constante devenir entre lo repetitivo y lo singular (fragmentación-ruptura)?¿La cámara genera una posible temporalidad al entrar en diálogo con la luz? Podemos pensar al cerebro como placa foto sensible que interpreta lo que ingresa por los ojos y luego genera su propia impresión, codifica en sensación y a través de esto un posible pensamiento, reacción motriz, etc. Pienso en el proyector Carrusel de diapositivas con el cual vengo interactuando desde que lo encontré arrumbado en la casa de mi abuelo. Vengo viendo un archivo de mas de 500 diapositivas. Veo fotos de mi madre con 17 años y mi padre con 20. Vengo viendo una genealogía familiar, viajes de otras décadas. Pienso en el tiempo y el movimiento que ocurre dentro del proyector al manipular las ópticas de su interior, al mover los lentes, al "ponchar" diapositivas y el sentido que cobran las mismas cuando son intervenidas por objetos externos o por manipular los elementos del proyector (lentes y ópticas). Hasta los sujetos que están en las diapositivas cobran otro sentido. Observo y escucho el espacio vacío que se genera cuando dialogan entre si las diferentes partes que lo componen. Pienso en sus infinitas posibilidades de vinculación desde pantallas hasta artefactos digitales actuales.Lo pienso como plataforma posible para expresar, para mostrar, para narrar. Me resulta interesante el siguiente conjunto de frases recortadas de un texto de Arlindo Machado: “Antes de seguir analizando el choque entre EL DEMIURGO y EL ROBOT, es necesario tratar un concepto fundamental para definir el modo en que se produce el proceso de subjetivación en los medio digitales: LA INMERSIÓN…”; “... el sujeto entra o se zambulle dentro de las imágenes y los sonidos virtuales generados por el ordenador…”; “…el ESPEJO, es precisamente, el lugar donde viven las imágenes, esas entidades virtuales que imitan gestos y los comportamientos de los seres de nuestro mundo, pero cuya existencias es puramente luminosa. En consecuencia, atravesar el espejo significa entrar dentro de la imagen, existir como pura posibilidad dentro de un mundo virtual…”. (Arlindo Machado, 2009 “El sujeto en la pantalla”, capítulo “Atravesar la pantalla: la inmersión”, pagina 147)

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